Un sillón de terciopelo verde, un hombre que lee una novela, un ventanal que da al bosque de robles, una amenaza, un relato dentro de otro que se multiplica hasta el infinito. Nos pareció una buena metáfora, un buen nombre para un taller de lectura. Además de un homenaje a Cortázar y a su magnifico cuento "Continuidad de los parques". Así que recostémonos en este cómodo sillón y comencemos nuestra tarea placentera libro en mano.

Selección realizada por integrantes del taller

“El se sintió reconfortado, como si la decisión de ser colombiano le compitiera exclusivamente. Se animó a decir que había nacido en Bogotá y ella lanzó un breve chillido de asombro. Los dos, entonces ¿eran colombianos? Los dos no, pensó él, solamente yo, haciendo un esfuerzo por recordar la ladera de una montaña llena de pinos y un cielo espeso y oscuro que casi tocaba la tierra, que seguramente era repulsivo pero que él defendería contra viento y marea, poniéndolo muy por encima de la plana estupidez de los cielos azules. “


Marta Traba, De la mañana a la noche

Selección : Mabel Misberg


“No he olvidado nunca que todo ese mundo nuevo se lo debo a usted. La tarde en que bajé la escalera de la Casa, apretando contra el pecho la primera novela que me encargó traducir, está probablemente, perdida en su memoria. En la mía es siempre luminosa, rosada. Recuerdo, fíjese, que temía extraviar el libro, lo aferraba con las dos manos, y el tranvía 48 que se internaba en el crepúsculo por la calle Independencia se me antojaba más lento que nunca: quería penetrar cuanto antes en la nueva materia de mi vida. Pero inclusive ese barrio de casas bajas y calles largas y empedradas me parecía hermoso por primera vez.”


Rodolfo Walsh, Nota al pié

Selección. Norma López


“...sólo tuve conciencia del exceso de mi amor después de apelar a todos mis esfuerzos para curarme de él, y creo que no hubieras osado intentarlo si hubieses previsto tantas dificultades y tantas violencias. Estoy persuadida de que amándote, así ingrato como eres, experimentaría emociones menos penosas de las que siento al despedirme de ti para siempre.”


María Alcanforado (1640-1723) Monja Portuguesa, Quinta y última carta de amor

Selección: María Masini


“El suicidio de León no era un acto de grandeza ni un arranque inconsciente. Era la escapada de un mediocre, un símbolo del desorden de los tiempos. El resentimiento, la falta de responsabilidad anidaban en todos; sólo un débil los ejercía así. Los demás frenaban, rompían, atacaban el orden, ponían en duda los valores. La destructividad que León volvió contra sí: ésa era la enfermedad metafísica que corroía al país y a los hombres hechos para construir les resultaba cada día más difícil enfrentarla”


Rodolfo Walsh, Nota al pie

Selección: Cristina Prego


“ Los dos a veces eran cómplices, tenían una vida secreta que nadie comprendía . Y también porque los raros son perseguidos por la gente que no toleran la insultante ofensa de los que se diferencian. Escondían su amor para no herir a los otros con la envidia”


Clarice Lispector, La partida del tren

Selección: Susana Falcone


“Desde que descubrió – pero lo descubrió realmente con espanto – que iba a morir un día, desde entonces no tuvo más miedo a la vida, y a causa de la muerte, tenía derechos totales: lo arriesgaba todo”


Clarice Lispector, La partida del tren

Selección: Graciela Aguilera


“…compró palitos de regaliz para masticar. Tomó asiento junto a la salida. La poseyó la extraña autoconciencia de hallarse sola, y esperaba que el cine oscureciera pronto. Cuando oscureció y comenzaron los comerciales, buscó en su bolso los lentes. Los tenía en un estuche. Los Kleenex también estaban en un estuche. Lo mismo los bolígrafos, las aspirinas y las mentas. Todo se encontraba en un estuche. Y eso es en lo que se había convertido: en una mujer sola en el cine con todo en estuches.”


Lorrie Moore, Como la vida, Además, usted es fea

Selección: Graciela Aguilera

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